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Estás fuera de la Capital, esperas una mirada y sólo voltean hacia tí cuando hay disturbios, muertos y heridos. Pero no les preocupa lo que a tí sí te muerde. Si democracia es respeto a la voluntad de las mayorías, aquí hay una mayoría que pide respeto.

La costumbre de ignorar la necesidad o la preocupación de un pueblo ha sido tradición nefasta. No basta unas cuantas palabras tranquilizadoras, es reconocer de una vez que ese proyecto desdichado es dañino para este pueblo de Cajamarca. Nunca antes tanta pacífica persistencia en demostrarles a las autoridades esta verdad.

No hay peruanos de 2do. ni 3er. nivel, somos iguales ante la ley, merecemos igual consideración, aunque la realidad muestra a veces lo contrario, esto no sustenta la injusticia.

Ellos están antes que el problema y cuando astutamente no los han provocado en violencia, ellos han seguido llamando su atención. Y no se quedan allí, por eso cuidan lo que reclaman, por eso los Guardianes de las Lagunas, mientras los que en la ciudad "cuidamos" desde nuestras habitaciones, ellos la cuidan en las alturas al lado de todas las inclemencias y riesgos ... eso es también muestra de temple peruano, eso también merece respeto. Ni olvido ni exclusión.

Este pueblo, con la solidaridad de otros, no ha dejado hasta ahora de reclamar, y con seguridad que no cejarán hasta la solución definitiva. Tampoco están solos, eso es importante, tienen como primer compañero, LA RAZON Y LA VERDAD. Y seguimos los que aspiramos a un país realmente en estado de derecho.

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