Se ha repetido últimamente sobre un terrorismo antiminero.

En primer lugar, no es que no se haga minería en ninguna parte, sino que se haga donde no sea mayor el costo que el beneficio, como cuando cualquier novato legislador peruano prepara su propuesta legislativa.

Por eso que se reclama una Zonificación Territorial para dejar de confundir a la población experta en "Esto es guerra" o "En el fondo hay sitio" (si fuera oro mejor).

Una Zonificación técnica y limpia, dónde el Estado reconozca en qué lugares se puede practicar una explotación, no solo de minerales, sino también de otros recursos con impacto ambiental, como hidrocarburos, represas, etc. etc.

USA metió tal cuento con lo de las armas de exterminación a los iraquíes y lograron matar a su presidente y nunca aparecieron esas armas. Cuento criminal. Acá hay emuladores criollos que en su desesperación llaman terrorismo (escuela Joseph Goebbels) ha aquella raiz que no logran descifrar. El por qué una población se opone a un supuesto progreso. No bastaría decirles locos, mejor era llamarlos terroristas. Y a los verdaderos terroristas ¿cómo los llamarían?.

Estos defensores del modelo extractivista a ultranza, debieran recurrir a la inteligencia de su mentor Hernando de Soto para que los ilumine en el otro sendero y comprendan la dinámica rural, fuero de los palacetes de San Isidro.

Existe frondosa ley de protección medio ambiental, pero como muchas leyes, solo sirven para atolondrar a nuestros abogados, pero de cumplirlas, las que se puedan y las que convengan, las otras, que esperen.

Cuando tú presentas a trámite un documento, un proyecto que te beneficia como ciudadano, basta que no pusiste la coma donde era requisito, te jodiste, No Pasa.

Varios proyectos mineros han tenido una colección de observaciones e igual la aprobaron, por ejemplo el del Conga, en el gobierno de nuestro eterno rompecabeza y perrero del hortelano, el asqueado por la corrupción (la competencia supongo), donde Humala siguió la flecha y de decir que Agua sí Oro nó, paso a decir lo que le dictó la sra.

No empleemos irresponsable y alegremente términos, que estúpidamente vinculan a poblaciones honestas con criminales de la peor ralea. Aunque les paguen por mentir y difamar, no lo hagan, que los verdaderos terroristas no merecen tal propaganda.

Amén